Trifle, el postre hecho de sobras

He tenido un comienzo de año espectacular. Se me ha estropeado la nevera, la caldera y la lavadora. Sí, lo que oís. Todo en menos de dos semanas. He estado diez días usando la terraza como "fresquera", que decían nuestras abuelas. Y mi terraza no es cubierta, y esto es Bruselas, así que ¡llueve! Los tres días sin calefacción ni agua caliente también han sido una gozada. Ya a esas alturas, lo de la lavadora ha sido lo de menos… Por fin está todo arreglado y he regresado, más feliz que una perdiz, al siglo XXI.

Dadas las precarias circunstancias, espero que comprendáis que os traiga hoy un postre de aprovechamiento de sobras! Lo hice en Navidades, aprovechando restos de diferentes postres que había hecho a mi familia, y me sorprendió lo resultón que quedó, además de estar riquísimo.

El trifle es un postre típicamente inglés, que se sirve a menudo en Navidad. Es claramente menos glamouroso que unos éclairs o una tarta St-Honoré, no tiene la fama del tiramisù o del cheesecake, pero a mí me encanta que lo pueda hacer cualquiera (hasta un niño) y que deje tanto espacio para la creatividad. Hay sólo unas pocas cosas que respetar:

• se tiene que servir en un recipiente transparente, sea vasito individual, sea bol enorme.

• se compone de varias capas, pero pueden ser 3 o 50.

• la base es un poco consistente: bizcocho, genovesa, galletas, amaretti… Normalmente en trocitos.

• esta base suele empaparse (más o menos) en alcohol, que puede ser ron, brandy, vino dulce o cualquier licor que vaya bien. Si hay niños, se puede usar cualquier zumo de fruta.

• lleva fruta: natural, en almíbar, confitada, incluso congelada!

• a menudo tiene algo de mermelada, jalea o un buen coulis

• una de las capas será cremosa: natillas (bastante sólidas, tipo crema pastelera) y nata montada... y frecuentemente las dos! ¿Pero por qué no un lemon curd, mascarpone o alguna mousse?

• algo para adornar!

Consejos:

> Sed creativos e imaginativos: cuántos más colores, texturas y sabores, ¡mejor!
> El trifle se conserva muy bien en la nevera, incluso es mejor dejarlo por lo menos un día para que los sabores se asienten y se mezclen.



Ingredientes y Elaboración:

¡Ya lo he dicho todo! Esto está abierto a la imaginación de cada uno, pero el de la foto lleva lo siguiente:

- Bizcocho quatre-quarts de limón en cuadraditos 
- No le añadí ningún licor, puesto que el bizcocho ya estaba empapado en jarabe de limón.
- Frambuesas
- Merengue troceado que me había sobrado de mis mini Pavlovas
- Moras
- Chantillí al mascarpone cuya receta está en mi Forêt-noire con frambuesas
- unos arándanos para decorar

Es una versión muy sencilla, pero creo que este postre puede dar mucho de sí, y pienso probar más variantes… ¡hay lugar para la experimentación!