24 de octubre de 2013

Cucuruchos de frambuesa y mascarpone


Para que no digáis: hoy toca un postre sin pasado histórico, sin orígenes misteriosos ni, cosa más extraordinaria aún, nombre extranjero. Pero no os acostumbréis que esto no va a ser la tónica habitual... ¡Volveremos enseguida a las andadas!
Por cierto: si alguien quiere fustigarme por no haber hecho yo misma la masa de hojaldre, adelante. Es merecido. Comprar algo hecho es indigno de este blog!! La verdad es que nunca me he atrevido aun con el hojaldre, pero lo haré más pronto que tarde, os lo aseguro. El miedo a morir quemada en el infierno de los reposteros por cometer semejante tropelía apenas me deja conciliar el sueño por las noches.

20 de octubre de 2013

Florentinos


Este fin de semana he necesitado terapia de shock repostera después de una semana dura en la oficina por la enorme cantidad trabajo. Buscaba algo de cierta dificultad que exigiera concentración (y por lo tanto desconexión total!) y para eso, nada mejor que los choux!!! Me han quedado riquísimos pero necesitaré unos días para elegir las fotos (he hecho cientos) y para traducir y escribir las recetas, así que os pido un poquito de paciencia...

Mientras tanto, os propongo una receta sencillita con pasado histórico. No era mi intención convertir este blog en una Historia de la Repostería, pero últimamente me ha dado por ahí! Así que hoy: Florentinos. ¿Estáis pensando que son dulces típicos de Florencia, como su nombre indica? ¡Pues no! Es lo que dicen la mayoría de los blogs y recetarios, pero tras mucho "googlear" y sabiendo que las galletas típicas de la Toscana son los "cantucci" (que no tienen nada que ver) y que la base de los Florentinos es un roux, técnica culinaria francesa donde las haya, me parece más plausible la versión más desconocida. Que los Florentinos fueron inventados por un cocinero francés (bien sûr!) de Versalles con ocasión de la visita de los Médici, en los tiempos en los que Catalina de Médici era reine consorte en Francia. Dicho de otra manera: una chuchería para endulzar la visita de los suegros.

Hay miles de variantes de esta receta: se puede hacer con fruta confitada, varios tipos de frutos secos, una base de chocolate, diferentes grosores... A mí me encanta esta versión: ligera y sin que nada distraiga de la almendra!

16 de octubre de 2013

"Oeufs à la neige", o islas flotantes en jaula de caramelo


Este postre es un clásico de la repostería francesa. Ligero y delicado, es el final perfecto para una comida o cena un poco demasiado copiosa... ¿Navidades tal vez?
Originalmente, los "oeufs à la neige" se servían sobre crema inglesa acompañados de caramelo, mientras que las "îles flottantes" iban sobre una base de bizcocho, aunque hoy en día se usan ambos nombres indistintamente. Al español sólo ha trascendido el nombre de islas flotantes.
¿Por qué se llaman así? Porque los merengues, pochados, son tan ligeros que flotan encima de la crema inglesa. En esta receta, les añado "jaulas" de caramelo, que no sólo  añaden sofisticación al postre, sino que le aportan crujiente... y eso lo convierte en algo absolutamente divino!!!

14 de octubre de 2013

Tarta Sacher con frambuesas


¡Otro postre histórico para hoy! Después de la Pavlova, le toca el turno a la tarta Sacher, la más emblemática de Viena. La inventó en 1932 un aprendiz repostero de 16 años, Franz Sacher. Años más tarde, su hijo Eduard siguió sus pasos, trabajando como repostero en la pastelería Demel, donde perfeccionó la receta de su padre y la convirtió en la más popular de Viena. Unos años más tarde, fundó el hotel Sacher, donde por supuesto esta tarta era la estrella.
La historia posterior es bastante intrincada, con quiebra del hotel y vuelta a Demel incluidas. Y sobre todo con una amarga disputa legal entre el hotel Sacher y la pastelería Demel por la marca "Original Sacher Torte" y los derechos de distribución de la celebérrima tarta. La pelea se saldó con un acuerdo y dos variantes de la tarta: la "Original Sacher Torte" del hotel Sacher lleva una capa de mermelada en el centro, mientras que en la "Eduard Sacher Torte", que se vende en la pastelería Demel, la mermelada cubre el bizcocho, debajo del glaseado.

Hace mucho tiempo estuve en Viena y probé la "Original", que sirven con nata montada. Sinceramente no me entusiasmó: demasiado dulce para mí que no soy golosa. Tenía curiosidad por hacer la receta, pero me permití una licencia: cambié la mermelada de albaricoque (tan dulce) por un coulis de frambuesa (con poco azúcar) para equilibrar con su acidez una tarta tan fuerte en chocolate. El resultado, francamente espectacular.

13 de octubre de 2013

Mini Pavlovas con frutos del bosque


La Pavlova es un postre a base de merengue creado en honor a la bailarina rusa Anna Pavlova durante su gira por Australia y Nueva Zelanda en los años 20. También es uno de mis postres preferidos. Es delicado, fresco y perfectamente equilibrado: la combinación del crujiente y la ligereza del merengue con la suavidad y dulzura de la chantillí y el cuerpo y acidez de la fruta es simplemente irresistible.

Además, es ideal para cuando se reciben visitas, porque se pueden hacer los merengues el día anterior, montar la nata unas horas antes y emplatar el postre en el momento. Los frutos del bosque funcionan especialmente bien, pero también se pueden usar, fresas, granadas o cualquier otra fruta que os parezca adecuada. Igualmente, además de nata montada tradicional, se puede hacer con mascarpone (como en mi receta de Forêt-Noire con frambuesas) o añadiendo cuatro o cinco frambuesas trituradas a la nata para darle color.


12 de octubre de 2013

Rote Grütze (de la abuela de Lars) con crema inglesa


Esta receta típica del norte de Alemania se la dedico a mi amigo Lars y a su abuela Renate. 
En apariencia, Larsito y yo somos muy diferentes: él mide casi dos metros y yo... bueno, bastante menos. A él le encantan los deportes de riesgo y aventura, y yo prefiero evitar los sitios donde no pueda ir con tacones. Pero también somos parecidos: los dos somos muy sociables (él más que yo) y de risa fácil (yo más que el). 
Cuando me vine a vivir a Bruselas, no hacía demasiado tiempo que éramos amigos, y sin embargo supe que continuaría nuestra amistad. ¡No me equivoqué! Nunca pasan muchos días sin que nos mandemos algún artículo por email, o un mensaje con algún cotilleo, o una foto de algo curioso (con cierta predilección por los baños japoneses). Salvo cuando está metido en temas de gran alcance, como ayudar a niños en Nepal o presentarle su novia a sus padres, Larsito siempre está. Es el caballero prusiano con el que hablar de ópera, el hermano mayor que se ofrece a partirle la cara a quien me haga daño, y el filósofo con quien debatir sobre el sentido de la vida.
Hace unos días le mandé un mail preguntándole por el "Rote Grütze". Me contestó que era su postre preferido y de inmediato llamó a su abuela para pedirle la receta, que me transmitió en "aleñol" para que la publicara en este blog. Hier ist es!

7 de octubre de 2013

Barritas shortbread & banoffee


¿Es lunes? ¿Has tenido un mal día? ¿Te has descubierto una cana? ¿Tu dulce bebé ha aprendido a chillar? ¿Has escrito algo en un grupo whatsapp y todo el mundo ha pasado de ti? ¿Has soñado con tu ex? ¿Has ido a una entrevista de trabajo con perejil entre los dientes? ¿Tu gato se siente Tarzán balanceándose en tus cortinas?
Yo sé lo que necesitas: CALORÍAS. Y aquí estoy yo para ayudarte con una receta que lleva azúcar - mantequilla - harina - plátano - más mantequilla - leche condensada - más azúcar - chocolate. Una auténtica bomba. Pero es crujiente y blandito, dulce y reconfortante, y te garantizo que te reconciliará con el mundo.

1001 libros de cocina

Este fin de semana ha sido el Book Festival en Bruselas. Decir que llevaba esperándolo desde que terminó el del año pasado, sería exagerar... pero no demasiado! No es una feria del libro, es un "festival" de libros nuevos, rebajadísimos, a veces hasta el 90%. Lo hacen en una de las naves de Brussels Expo (el recinto ferial de aquí) que llenan con mesas kilométricas de libros y más libros: un paraíso para una devoradora de libros como yo. Por suerte (para mi VISA) o por desgracia (para mis necesidades), los organizadores son holandeses, luego la mayoría de los libros son en neerlandés. Aún así, hay muchísimos libros en inglés. Las novelas en inglés tienen su propio espacio, pero los libros de cocina, por ejemplo, están mezclados. ¿Por qué? Pues porque la inmensa mayoría de holandeses hablan inglés. Y para los intrusos como yo, pues toca ir abriendo y mirando, porque a menudo la portada ("Pizza", "Cookies") no indica el idioma... No me quejo: pasé el viernes horas husmeando y disfrutando ahí. Compré varias novelas y libros de cocina muy, muy interesantes. 

También había un compendio de los peores recetarios del mundo, que no son exclusividad de esta feria, sino que se encuentran en cualquier sitio. Dejando de lado los que tienen siete recetas por página donde no sabes ni qué foto corresponde a qué receta, fotos que te quitan el apetito o la típica calabaza llena de sopa en portada, éstos fueron mis descubrimientos:

6 de octubre de 2013

Bizcochitos de pera y caramelo


Algunos seguidores del blog me han pedido una receta menos complicada que las que he publicado hasta ahora. El público manda, así que yo encantada de complacer a mis lectores! Aquí tenéis una receta muy fácil que no requiere ningún conocimiento de repostería. Estos bizcochitos no sólo son sencillos y rápidos de hacer, también son esponjosos, suaves y deliciosos... Perfectos para acompañar el té o café de la tarde!

3 de octubre de 2013

Caramel au beurre salé


Sí, podría llamarlo "caramelo de mantequilla salada", pero como es una especialidad de Bretaña, me vais a perdonar que lo diga en francés. El "caramel au beurre salé", para los que no lo hayáis probado, tiene una textura muy parecida al dulce de leche, y un sabor delicioso y particular: dulce con un leve toque de sal. Se puede usar para untar pan, brioches, y en una multitud de recetas que ya os iré proponiendo...

1 de octubre de 2013

Very Important Cookies


Cuando Pastélite repartía sus productos por Alicante, el 95% de los pedidos eran de cupcakes y cake pops. Sin embargo, estos cookies eran la joya de la corona de Pastélite, pero joya secreta, porque casi nadie los conocía. Como todo lo especial, era inhabitual: sólo unos iniciados sabían lo extraordinariamente buenos que eran. Crujientes por fuera y con una textura de mousse en su interior, son la exquisitez hecha cookie.

El pasado de Pastélite

Las personas más interesantes tienen pasado. Pastélite también lo tiene. Para los que habéis husmeado las fotos de nuestro Facebook y para los que os habéis preguntado de dónde había sacado este logo tan bonito, ésta es la historia de Pastélite.


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