Antes de que me apedreéis por afrancesada, quiero precisar que esta entrada se titula "madeleines" porque mientras las magdalenas españolas son redondas y se hacen con aceite, las madeleines francesas tienen forma de concha y están hechas con mantequilla.¡Que conste!
Dicho esto, hacía tiempo que no os daba la lata con la historia y los orígenes de algún postre (como hice con las Pavlovas o con la tarta Sacher), pero hoy os toca!
Las madeleines vienen de la región de Lorena, en Francia, concretamente de un lugar llamado Commercy. De hecho, Commercy se hizo famoso desde finales del siglo XIX hasta el comienzo de la Segunda Guerra Mundial por el espectáculo colorido y ruidoso que ofrecían las vendedoras de madeleines en la estación de tren. Llevaban grandes cestas de mimbre y circulaban por los andenes gritando el nombre de la fábrica que representaban, mientras los viajeros se amontonaban en las ventanas para verlas y/o comprarles el dulce típico de Commercy. Esta peculiaridad contribuyó sin duda a la popularidad de las madeleines en Francia.
¿se llamarían todas Madeleine? |
Sin duda, las magdalenas son uno de los dulces más literarios que hay y todo gracias a Proust y la famosísima escena de En busca del tiempo perdido. En ella, el narrador moja una "petite madeleine" en su taza de té, cuyo sabor no sólo desencadena sus recuerdos de infancia, sino que le hace revivir las sensaciones de entonces. La expresión "magdalena de Proust" ha permanecido como metáfora de aquello que de pronto te retrotrae a la infancia o te evoca recuerdos del pasado...
Y la receta de Sophie Dudemaine, ¿qué tiene de especial? Pues no lo sé, pero en Francia es de lejos la más popular. Así que es la que he elegido, y me ha encantado el resultado: las madeleines han quedado doradas y un poquito crujientes por fuera, como caramelizadas, pero tiernas y esponjosas por dentro. Por si esto fuera poco, es una receta que no requiere ningún utensilio (exceptuando el molde), que se hace con ingredientes que siempre hay en casa, y que desde el momento en que decides hacerlas hasta el momento en que te sientas a disfrutarlas, pasa una media hora escasa!
Consejos:
> Necesitáis, por supuesto, un molde de madeleines. El mío es de silicona.
> Como más ricas están, es tibias y recién hechas... Pero hay truquitos. Se pueden meter 5 minutitos a horno suave para calentarlas un poco antes de comerlas, o se pueden congelar nada más sacarlas del horno (aún calientes) y pasarlas por el horno cuando se vayan a comer.
> Tengo que decir que las mías seguían ricas tres días después de hacerlas, aunque es cierto que estaban menos blanditas, lo que no pareció importarles a mis compañeros de oficina que se lanzaron a mojarlas en sus cafés con leche!
Ingredientes:
- 120 g de mantequilla salada (yo usé dulce)
- 120 g de azúcar
- 120 g de harina
- 3 huevos
- 1 cucharadita de levadura en polvo
- 1 limón o naranja (ralladura y 5 cucharadas de zumo)
Elaboración:
Precalentar el horno a 240ºC y fundir la mantequilla en un cacito o en el microondas.
Mezclar en un bol la harina, la levadura y el azúcar. Incorporar las yemas. (a mí aquí se me quedó con grumos que ya no pude quitar, pero no se notó nada en la textura, y una compañera me dijo que a ella le pasa siempre y que es normal!)
Batir las claras con un tenedor sin montarlas, sólo como para hacer una tortilla.
Añadir a la mezcla anterior. Incorporar la mantequilla fundida. Añadir la ralladura y el zumo y mezclar bien.
Engrasar un poquito los huecos del molde (yo los pinté con los restos de mantequilla derretida del cazo). Llenar los huecos con una cucharada de la mezcla.
Hornear 4 minutos a 240ºC, bajar el horno a 180º y hornear 4 minutos más.
¡Contadme! ¿Cuál es vuestra "magdalena de Proust"?
La mia son sabores que me transportan a mi infancia, como los pestiños de mi madre o sus buñuelos de viento, están de muerte como estas madalenas tan deliciosas, me encantan, un besazo.
ResponderEliminarCómo me gustan los buñuelos de viento… Y qué fantásticos los recuerdos de infancia! :)
EliminarUn besote Carmen!
Hay sabores que me transportan a la infancia, como los churros con chocolate o no sé, son tantas cosas!
ResponderEliminarÉstas madeleines te quedaron impresionantes! Tomo nota de la receta!
Un beso y feliz finde!
Gracias Esmeralda! Tengo que animarme a hacer churros caseros para cuando me entre morriña de España… ;)
EliminarUn beso!
Me encanta la foto...y las madeleines se ven perfectas, enhorabuena.
ResponderEliminarHe leído tu comentario en mis croissants, gracias por pasarte y a ver si te animas a hacerlos. Si los haces me lo cuentas, es todo un reto!
Feliz finde también a tí, guapa!!!
*Pilar*
Gracias Pilar! Ya lo creo que es un reto lo de los croissants, pero en algún momento me animaré!
EliminarUn beso!
Me tengo que hacer con un molde para hacerlas! Creo que me decantaré por el sabor a naranja, me encanta cómo queda en bizcochos ;)
ResponderEliminarUn beso,
Iñaki
Yo las hice de naranja, y me encantaron, así que recomendado 100%!
EliminarUn beso!
Ohhhhhh, que preciosidad de madeleines!!!! Me han encantado!!!
ResponderEliminarUn besito,
Sandra von Cake
Danke schön Fräulein von Cake!!! :)
EliminarMenuda maravilla de blog y yo sin conocerte, ya me tienes por aquí y vengo para quedarme.
ResponderEliminarUn beso fuerte, Isabel.
Obsesión Cupcake.
Mil gracias Isabel, un placer tenerte por aquí!
EliminarUn beso y nos vemos por tu blog o por el mío! ;)
Hola María, te cuento que ayer hice las madeleines y salieron barbaras, para que no se haga grumos la harina con las mezclas, mezclé la yemas con el azucar y despues agregué la esencia de vainilla y la harina mezclando muy suave y bastante y por ultimo las claras batidas un poco y seguí integrando, asi no se hicieron grumos, un beso y gracias por tan rica receta! Patricia desde Buenos Aires!
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