30 de enero de 2015

Bizcocho de After Eight





Creo que el bizcocho de la semana pasada, el de dulce de leche, sedujo rápidamente a todo el mundo. Mi tocaya María, que también vive en Bruselas, incluso me mandó una foto a los pocos días enseñándome cómo le había quedado! Con las mismas crestas nevadas que tenía el mío, por cierto!


El bizcocho de hoy no será del gusto de todos, lo sé. Lo llevé a la oficina, ese laboratorio de cobayas cuyo comportamiento analizo para evaluar el éxito de mis dulces. Todos dicen siempre que está muy rico, sí. Pero yo calculo otros factores como:

  • cuantos días tardan en terminárselo (normalmente el jueves ya no queda una miga, pero a veces vuela en día y medio)
  • si le gusta a los no-golosos (¡los golosos son demasiado fáciles de contentar!)
  • si alguien repite más de tres veces (el récord es SIETE)
  • si se pasa alguien que no trabaja en mi planta porque le han dicho que había algo rico
  • la cantidad, frecuencia e intensidad de los "hmmmmmmm..."
  • si me piden que lo repita (saben que es difícil, porque siempre estoy probando recetas nuevas para el blog)
  • el tamaño de los trozos que se cortan: ¿media loncha? ¿una gordita? ¿una normal?
  • los adjetivos usados: "está muy bueno" es lo estándar, yo me fijo en los "delicioso", "increíble", "bueníiiiiiisimo", "espectacular" 
  • el número de personas que me pide la receta
Todo esto lo observo con el rabillo del ojo desde mi despacho que debería llamarse "Puesto de Mando Reposteril". Si fuera buena en matemáticas, habría creado una ecuación con todos estos parámetros y podría darle una nota exacta a cada dulce que llevo al trabajo. Como soy una patata en matemáticas, pues sólo llego a una evaluación personal que la mayoría de las veces es previsible, pero en ocasiones me sorprende.

Este bizcocho de After Eight es el único que ha tenido tantos violentos detractores como enfervorecidos enamorados. Algunos cogieron un trocito pequeño y dijeron diplomáticamente "sabe un poco raro, como a menta", y otros repitieron tres o cuatro veces pidiendo la receta y diciendo que era el bizcocho más original y sorprendentemente delicioso que habían probado nunca. Cuidado: no es tan fácil como decir, si te gustan los After Eight, te gusta el bizcocho. A mí me gustan mucho los After Eight y el bizcocho me supo "raro", y a una compañera no le gustan los After Eight y el bizcocho le pareció espectacular. Así que sólo os queda una: ¡hacerlo y sorprender!


27 de enero de 2015

Chouquettes de chocolate



¡Hola, hola! ¿A que no os podéis creer que siga cumpliendo mi promesa de tener al día el blog? Cómo sois, desde luego. Hombres y mujeres de poca fe. No ha terminado el mes de enero y ya estáis pensando que no voy a cumplir mis propósitos de Año Nuevo...! Bueeeno, vaaaaleeee, hay antecedentes. Tanto en fallar en los propósitos de Año Nuevo como en fallar con la puesta al día del blog, pero voy a tratar de ser constante en todo, lo prometo!

Hoy no os traigo receta de bizcocho (eso será el viernes), sino unas "chouquettes" de chocolate. Las chouquettes no son más que choux que no están rellenos sino adornados con azúcar perlado. Yo creí que esto eran lo que en España se llaman buñuelos de viento, pero no, porque los buñuelos de viento son fritos. Y como esto se hace en el horno, mantengo el nombre francés: chouquettes. En este caso: ¡de chocolate!

23 de enero de 2015

Bizcocho de dulce de leche




Empezamos la serie "bizcochera" con un bizcocho de dulce de leche. Es sencillo, consistente y al hacerse en el horno forma esas crestas que me encantan en los bizcochos... más aún cuando se decora con un poco de azúcar glas. No sé si es que me recuerdan las montañas nevadas de mi Suiza natal!

Ya veréis en estas próximas semanas que no todos los bizcochos son iguales, y no me refiero solo al sabor. Hay diferentes texturas, los hay más húmedos, más esponjosos, más contundentes, con sorpresa incluida,... Este es, claramente, de los que se pueden mojar! Un bizcocho muy de desayuno, vamos!

¡Feliz fin de semana y gracias a todos por estar aquí!


20 de enero de 2015

Panna cotta de leche condensada con coulis de frambuesa



¡Hola! ¡Feliz Año a todos! No voy a empezar el año con una larga letanía explicando los motivos por los que he estado alejada del blog, porque creo que ya os los imagináis. Mucho trabajo, viajes, exámenes, fiestas y demás eventos que se empeñan en recortar el tiempo que ya de por sí se me hace tan corto.

Quizá no haya tenido tiempo para escribir el blog, pero os aseguro que no he dejado nunca de alimentar el blog: tengo unas treinta recetas (¡con fotos!) pendientes de publicar. He trabajado mucho desde el comienzo del año para tener las entradas medio preparadas, pero como sólo están "medio" preparadas, no me lanzaré en grandes promesas de regularidad. Ya sabemos como son los propósitos de Año Nuevo... Sólo os diré que, casi sin querer, me he hecho con una inmensa colección de recetas de bizcochos que iré publicando poco a poco. No, ni Bundt Cakes, ni Layer Cakes, ni Cupcakes, ni Pop Cakes... Bizcochos. Porque aunque me guste probar recetas raras y complicarme la vida, también soy muy fan de los poco glamurosos bizcochos. Ya veréis la cantidad de bizcochos diferentes que se pueden hacer... 

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