25 de noviembre de 2013

Financier de fresa y pistacho "à la Michalak"


Christophe Michalak es un chef pastelero francés. También es un guaperas. Las revistas se lo rifan para hacerle reportajes con fotos en blanco y negro donde levanta la ceja y pone cara de "estoy tremendo pero es sin querer". Sale en varios programas de televisión donde demuestra que además de guaperas y talentoso, es joven y guay, calificando los postres de "bombe atomique!!" o de "dynamite!!". Ha abierto recientemente una tienda en París, con un diseño muy cool, donde usan (y abusan) de la K de MichalaK. Los postres se llaman: Kosmik, Fantastik, Truk, Klakette... Le sigo en Facebook, y debo decir que me decepciona un poco su oferta, que se limita a variaciones de la tarta Fantastik y de las Kosmik... variaciones infinitas, eso sí!

Si después de esta introducción os cae un poco mal, voy a remediarlo: es un tío simpático, lleno de energía y entusiasmo, y con un talento impresionante. Con "sólo" 40 años, es el Chef Pastelero del restaurante de tres estrellas Michelín del Hotel Plaza Athénée de París. Tiene una creatividad desmedida, y verlo en acción en televisión me deja con la boca abierta, porque inventa combinaciones increíbles, reinventa los clásicos modernizándolos sorprendentemente, le ves trabajar los ingredientes y dominar las técnicas con tanta naturalidad que parece que todo lo que hace es fácil. Y los resultados son siempre apabullantes. 

17 de noviembre de 2013

Tarta fina de manzana


A mi madre le encantan las tartas de manzana, y hace unas semanas me preguntó cómo hacer una que fuera ligera y supiera sólo a manzana. Ha probado poniendo las manzanas sin más encima del hojaldre, pero queda muy seca, y añadiéndole una base de crema pastelera o similar, queda muy pesada. Un día se me ocurrió decirle que probara añadiéndole sólo compota de manzana y le encantó. Le gustó tanto, que pensé que debía probarla yo también! Confirmo que es justo lo que buscábamos: una tarta muy fina, muy ligera, y muy "manzanera".

Hoy: ¡la tarta preferida de mi Mami!

10 de noviembre de 2013

Bizcocho "quatre-quarts" de limón


Oda al bizcocho

No es tan cuqui como un cupcake, ni tan espectacular como una tarta, ni tan popular como ciertos postres… pero yo me declaro fan de los bizcochos. Un molde, unos ingredientes básicos, un mínimo esfuerzo y consigues que tu casa huela a gloria y que tu familia se reúna alrededor de ese bizcocho con un té, un café, o un chocolate caliente para los niños. Nada que compres en ninguna pastelería (por no hablar de los supermercados) puede medirse con la calidad y la calidez de un bizcocho casero recién hecho.

Según los países, su nombre cambia, pero lo llamemos cake, queque, panqué, bizcochuelo, o bizcocho, los orígenes de este dulce se remontan a la Roma antigua. Los Romanos añadían mantequilla, huevos y miel a las masas de pan para hacer tartas que se servían en cumpleaños… dicho por el mismísimo Ovidio!

El bizcocho que os traigo hoy es lo que en francés se llama un "quatre-quarts", porque lleva los cuatro ingredientes básicos (harina, huevos, mantequilla y azúcar) en la misma proporción (un cuarto de quilo). Los americanos lo llaman "pound cake", por llevar una libra de cada ingrediente: sólo apto para familias multitudinarias. Esta receta de base se puede aromatizar con extracto de vainilla o de almendra, ralladura de limón o naranja, se le pueden añadir frutos secos, pasas, chocolate… Vía libre para ser creativos, porque es casi imposible que os salga mal.

Esta receta de quatre-quarts de limón es de Betty Bossi, uno de mis ídolos culinarios de la que os hablaré en otra ocasión. Lo que hace que este bizcocho sea tan especial, es que se baña con zumo de limón recién salido del horno. Es un bizcocho húmedo, perfectamente equilibrado en acidez y azúcar. Y es el preferido de mi amiga Asta.

(Los comentarios son más que bienvenidos… ¡no seáis tímidos!)

3 de noviembre de 2013

Tarta de pera y quark


Hace más de una semana que no publico nada, y es que los últimos días han sido una locura. El miércoles pasado fue mi último día en el que ha sido mi trabajo durante año y medio, y eso ha implicado muchas horas en la oficina para dejarlo todo cerrado, y muchas horas en la cocina para que mi celebración de despedida fuera digna de este blog, con cupcakes, galletas, bizcochos, tartaletas y chocolatinas de todo tipo. Me ha dado pena dejar a mis compañeros, algunos también amigos, pero empiezo con ilusión mi nuevo trabajo mañana!! No he preparado ningún dulce para llevar a mis nuevos compañeros, pero no tardaré en hacerlo…

También he recibido dos visitas: una fugaz, pero siempre bienvenida, de mi amiga Michelle y otra más larga de mi tía (y madrina) Julia. Mi tía ha venido a verme para celebrar su cumpleaños aquí conmigo y hemos pasado unos días geniales, hablando y riéndonos mucho, visitando las Ardenas, comiendo caza… y la tarta de pera y quark que traigo hoy al blog!

Por si esto fuera poco, una de mis mejores amigas, Muriel, ha tenido un precioso niño el día 29. Muriel, Anne y yo somos amigas desde hace casi 20 años, y esperábamos la llegada de este bebé con impaciencia e ilusión. No veo la hora de que se recuperen del todo y salgan del hospital para coger un avión a Suiza y conocer a Antoine.

Trabajo nuevo, cumpleaños de mi tía, nacimiento de mi "sobrino"… ¡Muchos motivos para celebrar! Y no hay celebración sin tarta. La de hoy está inspirada en mis recuerdos de infancia, de la pastelería Beeler de Berna, que hacía la mejor tarta St Honoré que he comido nunca y una tarta de pera y quark que de niña me encantaba, porque era fresca y ligera. He tratado de recrearla, y me ha salido muy parecida. ¡Os animo a que la probéis!

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