Kanelsnurrer - bollos daneses de canela

Hola hola hola! ¿Qué tal las fiestas? ¿Qué tal la entrada en el año? ¿Qué balance de este primer mes de 2017 que ya ha pasado volando?

Me resulta raro hablar de las fiestas y del Año Nuevo a 1 de febrero, pero como no me asomo por aquí desde finales de noviembre, pues he pensado que más vale tarde que nunca! 

Hoy os traigo una receta bollos daneses llamados Kanelsnurrer, que sin duda triunfarán entre los aficionados a los cinnamon rolls. Son una de las muchas versiones que tiene el bollo de canela, esta vez con una forma que me parece muy original. Además, son más ligeros que los típicos cinnamon rolls americanos, quizá porque no tienen glaseado.

No os voy a decir que es una receta "fácil" porque a pesar de lo que muchos pensáis (¡¡siempre dices que todo es fácil!!), yo no os engaño. Difícil difícil tampoco es, pero requiere un poco de destreza formar los bollitos y un mucho de paciencia hacer la receta por los tiempos de levado. Así es con todos los panes y bollos, ya lo sabéis. No es algo que se hace en un pispás, se mete en el horno y se acabó. Una masa con levadura de panadería requiere uno o dos tiempos de levado, requiere amasar, extender, esperar... Pero con las fotos paso a paso confío en que podáis seguir bien la receta, y os puedo asegurar que el resultado vale el esfuerzo!

Consejos:

> Cuidado: la levadura seca de panadería NO ES levadura química. Si usáis levadura química tipo Royal (polvito blanco), no os subirá la masa. Tiene que ser levadura seca de panadero: la que parece un granulado pequeño marrón clarito.
 
> Si los queréis hacer de un día para otro, podeís guardarlos en un tupper bien cerrado. Pero la bollería no aguanta demasiado bien el paso del tiempo y se pondrán duros bastante rápido... 

Ingredientes (para 9 bollitos):

Para la masa:

- 90 g de leche tibia
- 1 huevo
- 30 g de mantequilla fundida
- 2 pizcas de sal
- 40 g de azúcar
- 240 g de harina T65 o de media fuerza 
- 1 sobre de levadura seca de panadería 

Para el relleno:

- 40 g de mantequilla fundida
- 100 g de azúcar moreno
- 4 cucharaditas de canela

- 1 yema de huevo mezclada con un poco de leche para dorar

Elaboración:

En un bol, poner la leche tibia, la mantequilla fundida, la sal, el azúcar, la harina, el huevo y la levadura seca (en la parte opuesta a la sal). 

Amasar sobre la encimera durante unos 15 minutos. La masa debe estar lisa y blanda y nada pegajosa.

Poner la masa en el bol, taparlo con un paño húmedo y dejar el bol en un lugar cálido (cerca de un radiador o del horno encendido) para que la masa crezca.

Cuando la masa haya doblado de volumen, extender sobre la encimera espolvoreada con harina y darle la forma de un rectángulo de 40x30cm.

Con un pincel, pintar con la mantequilla fundida. 

Espolvorear de la mezcla de azúcar y canela: 

Doblar el tercio inferior de la masa:

Y el tercio superior, para obtener una especie de sobre de tres capas. 

 Extender otra vez y volver a darle forma de rectángulo de 40x30cm.

Cortar 9 tiras iguales (ok, mis matemáticas son desastrosas y no corté 9...): 

Enrollar cada tira haciendo una especie de tirabuzón: 

Y enrollar dos veces cada tirabuzón sobre sí mismo alrededor del pulgar. 

Colocar sobre la placa forrada con papel de horno, dejando las dos extremidades del tirabuzón disimulada bajo el bollito:

Dejar crecer durante hora y media en un lugar cálido (cerca de un radiador o del horno encendido) hasta que doblen de volumen:

Precalentar el horno a 180ºC. 

Dorar con huevo y hornear durante 12-15 minutos a 180ºC. Tienen que estar bien hechos pero no demasiado tostados para que queden blanditos. 

Sólo hay una cosa mejor que el olor que dejan en la casa: ¡su sabor!