9 de junio de 2015

París para Gourmets



Regreso a Pastélite, después de una larga ausencia, y regreso con una entrada especial... ¡sin receta! Como los que me seguís por Facebook habéis visto, estuve a finales de mayo unos días en París. Disfruté tantísimo que no sabría ni por dónde empezar la lista de cosas que me maravillan y enamoran en esa ciudad. 
Me voy a centrar en lo que puede interesar a los seguidores de este blog, es decir lo relacionado con la repostería y con la gastronomía en general. Hice muchísimas fotos pensando en los Pastelifans, así que la entrada de hoy será una larga colección de fotos que demuestran que París es, sin lugar a dudas, el paraíso de los gourmets.



Empiezo con fotos que fui haciendo por la calle cada vez que veía una tienda de comida, si es que a estas maravillas se les puede llamar "tiendas de comida", como si fuesen vulgares ultramarinos. Las fotos están hechas por todo París, no en un barrio pijo, y me llamó la atención una vez más la importancia que le dan los franceses a la gastronomía. No son tiendas para turistas, son tiendas para parisinos, y si existen tantas tiendas de "delicatessen", es sin duda porque tienen clientela. Me fascina que la gente compre el pan en panaderías y no en el súper, que vayan a elegir su fruta y verdura en un primeur, que compren té de verdad en hojas y no el polvillo que vende Lipton en sus bolsitas, que compren quesos en una quesería que apesta y donde el "quesero" te dice de qué región es cada queso y te lo da para que lo huelas, y que para una ocasión especial no duden en compran un salmón ahumado artesanalmente, unos raviolis rellenos de trufa o un aceite de oliva aromatizado. Por supuesto, hay que tener cierto nivel económico para poder permitirse todo esto, pero además, hay que tener una cultura gastronómica y una mentalidad en que se considera que vale la pena gastarse el dinero en estas cosas, y para eso los franceses son los maestros.  








aunque no lo parezca, es una confitería

los tés "Mariage Frères" son fabulosos









Bueno, ésta última foto es la excepción: Ladurée sí que estaba abarrotado de turistas!!


Seguimos el recorrido por FAUCHON. Fauchon está en la place de la Madeleine. Había oído hablar de Fauchon muchas veces, pero nunca había entrado a curiosear. Esta vez me decidí. En la misma plaza tienen dos tiendas, una que tiene traiteur, cafetería y panadería, sin olvidar los celebérrimos éclairs, y otra donde está todo lo "envasado", desde mermeladas hasta patés pasando por mostazas y galletas, macarons y madeleines.



Si me queréis hacer un regalito...
temporada de fresas

mermeladas para todos los gustos

En Fauchon, todo es exageradamente caro. Y tan bonito que los ojos te brillan sólo de mirar, sin necesidad de probar. Había un puesto de mini madeleines: normales, de fresa y de caramelo. Vendían cucuruchos de mini madeleines a 8€. Pensé: ¿8€ para unas cuantas magdalenas? Hasta que el señor pinchó una madeleine con una brocheta y me la tendió. La probé y era tan crujiente por fuera, tan tierna por dentro y con un sabor tan sutil y natural a caramelo que me dieron ganas de gritar: ¡¡¡GUAU!!!

Atención a esto:

Éclair à la fraise: para llorar

el interior del éclair, con su crema y sus trocitos de fresa...

Decidí que había llegado la hora de probar los éclairs. He oído hablar tantas veces de los éclairs que creó el chef Christophe Adam para Fauchon, le he visto tantas veces en revistas y programas de televisión, he comprado su libro... Había llegado el momento. Ya que era la temporada de fresas, me decidí por el éclair de fresa: 7€ ni más ni menos. Lo pedí para llevar, me lo pusieron en su cajita monísima, me pedí un macaron de pistacho y me regalaron uno de caramel au beurre salé y me fui con mi bolsita ideal.

Cerca del Grand Palais me senté en un banco al sol y saqué el precioso éclair de fresa de su caja. Mordí y... mooooooon Dieuuuuu!!!! En mi vida he probado un dulce más delicioso. Nunca jamás. Como publiqué en Facebook, decidí en ese momento que no comería en mi vida entera nada más que éclairs de fresa de Fauchon. Qué delicia, qué exquisitez, qué obra de arte.

macarons de pistacho y caramel au beurre salé

No son LISOS!!!


Los macarons, aparte de nos ser lisos (lo cual me chocó mucho), estaban buenos sin más. Debo ser uno de los pocos seres humanos que no se muere por los macarons: demasiado dulces para mi gusto. Y después del éclair de fresa, nada en el mundo podía superar ese sabor!!! Mejor no lo pienso más, o me voy ya mismo a la estación y me subo en el próximo tren para París...


Sigo mi recorrido. El viernes, después de mi curso en la Michalak Masterclass (del que os hablaré pronto!), me fui corriendo a una tienda de utensilios de repostería llamada MORA, 13 rue Montmartre. Entré y me sentí como los niños cuando entran en las tiendas de Disney, miran a su alrededor y se bloquean porque lo quieren todo y su cerebro es incapaz de procesar tantas maravillas juntas!!!


moldes de silicona de toda clase y condición
¿necesitas un pincel? Hay más de 20 para elegir...
círculos de emplatar de todos los diámetros posibles
cajas para tartas de todos los tamaños
¡Cumpleaños feliz!

No os lo puedo recomendar más para la próxima vez que visitéis París! Eso sí: os recomiendo llevar una lista de lo que necesitéis, porque sino es imposible centrarse, el cerebro está demasiado distraído por tantas tentaciones!!!


A continuación, me acerqué a G. Detou, 58 rue Tiquetonne, justo al lado. La tienda se llama G. Detou, que se pronuncia igual que "j'ai de tout", o sea: tengo de todo. Y efectivamente, en G. Detou hay DE TODO. El paraíso de los reposteros y cocinillas en general. Y a precios de lo más asequibles!

Por fuera parece una tienda que se ha quedado en los años 70...
Bienvenidos a 1970


Por dentro también. Nada de cucadas como en Fauchon, nada de envoltorios bonitos, nada de glamour,... Todo es poco sexy pero hay DE TODO. 
Algunos ejemplos: 





Me fascinaron los frutos secos envueltos en bolsas de plástico de medio kilo, a precio de por mayor. Por ejemplo, me cuesta Dios y ayuda encontrar nueces pecanas aquí, y cuando las encuentro están a un precio desorbitado. Me traje una bolsa, claro... Encontré pistachos bien verdes, de Irán, enteros (pelados), picados o molidos. ¡Una maravilla!



También había fruta deshidratada que no había visto nunca o que cuesta encontrar, como melón y fresas, por ejemplo. Todo de excelente calidad.

Como si todo esto fuera poco, los dependientes eran amabilísimos, les di mucho la vara y me dieron toda clase de consejos. ¡Sin duda volveré en mi próxima visita a París! 



Terminamos el recorrido en "La Grande Épicerie". Otro sitio mítico para los gourmets en París que soñaba con visitar hace tiempo, y al que por fin pude ir.

Es para visitar como quien visita un museo: admirando la belleza y las obras de arte, sabiendo que nunca podrás tener un Picasso en tu salón.


Flores comestibles que en Bruselas no encuentro en ningún sitio...
Medio kg de fresas a 16€: que me las quitan de las manos!!
productos a base de trufa
Self-service de huevos de gallinas deluxe
mini madeleines artesanales
especias
la quesería
A 4,90€ la barra de pan: pero seguro que está rico
más especias...
Galletas artesanales
dos estantes enteros de... SAL!
hasta las patatas fritas son de trufa negra
pasta de colorines. Macarrones Gallo no vi.
Polvo de "biscuits roses de Reims"
Creí que eran ginebras, pero no: es AGUA!
¿Alguien quiere decorar cupcakes?
Galletas bretonas en cajas ideales
esto son azucarillos para el café
Chocolate...
... y más chocolate Valrhona!
nutella versión de lujo
siropes
mermeladas
mi única compra: "patiences" para adornar alguna tarta

Y con esto, os dejo... Espero que hayáis disfrutado de este recorrido parisino de mi mano, y nos vemos pronto con menos fotos, pero una receta que os encantará!

Besos y gracias por leerme


2 comentarios:

  1. Me encantaron tus fotos y el ir de tu mano en este post de tu viaje! Muchas gracias por compartirlo!

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