Quien piense que el mundo de la repostería es un mundo supercuqui de chicas de manicura perfecta que huelen a violeta, niños (delgados) de chapetas rosadas untando sus deditos en botes de mermelada casera, cocinas en tonos pastel con electrodomésticos modernos y vajillas de flores está muy equivocado. Es así en las películas, en ciertos blogs, y puede que en alguna casa. También hay gente que come mucho y no engorda. Existir, existe. Pero no es la norma.
En el mundo repostero también hay madres indignas que se comen la merienda de sus hijos en vez de ir al gimnasio, niños con las uñas negras que dejan caer una docena de huevos al suelo (sin querer), cocinas pequeñas con hornos que churrascan por un lado y dejan todo crudo por el otro, envidias y miradas al bies entre blogueras y hasta... hasta escándalos dignos del Watergate.
Resulta que estaba yo un día buscando por Internet no sé qué receta. Mi madre dice que ni viviendo 15 vidas podré probar todas las recetas que llevo años acumulando, y tiene razón, pero de alguna manera siempre acabo buscando "una más". Estoy enganchada. Es como ir de shopping, pero gratis y sin culpabilidad si no terminas haciendo nunca la receta. De vez en cuando, en los domingos lluviosos, me pongo a ordenar mis recetas, y aquello es como la obra del Escorial. Como soy una maniática, pues tengo varias carpetas para clasificarlas por tipo (una de tartas, una de postres, una de galletas, etc.) y otras carpetas para clasificarlas por estatus (las que quiero probar próximamente, las que he hecho y tengo que publicar en el blog, las que he probado pero quiero volver a hacer modificando algo, etc.). El sistema de carpetas fue establecido (por mí misma) hace años para facilitarme la vida pero siempre aparece alguna receta que no entra en ninguna categoría y me hace replantearme el sistema entero (cuando no mi vida entera). ¿He dicho que soy una maniática?
Bueno, que me desvío. Encontré esta receta aquí. Se llamaba "Cinnamon Sugar Mini Donut Muffin". Después de hacer/probar/fotografiar con éxito, me vino una gran duda: ¿cómo c*** lo traduzco? ¿Mini Donuts-Muffins de canela y azúcar? ¿Por qué suena todo mejor en inglés? Además, el inglés permite inventar palabras así, sin darle muchas vueltas. Ahí están los cronuts, los cake pops y demás brookies. Se me ocurrió buscar en Google si este híbrido entre donut y muffin tenía nombre, sospechando que sería "doffin" (porque "munut" suena un poco mal), y resultó que no era "doffin" sino "duffin" y... me encontré con la madre del cordero!!!
Varios artículos en varios periódicos (entre otros el muy serio Guardian) destapando lo que llamaban el "Duffingate". Como es habitual, me deleité con los titulares de la prensa británica, tan dada a los juegos de palabras que les pone en bandeja la versatilidad de su idioma. Hago un inciso: cuando la gente dice que el inglés se ha convertido en nuestra lingua franca porque es "fácil", siempre pienso si la verdadera razón no es que es la lengua más versátil que conozco, donde un verbo puede convertirse en un adjetivo y viceversa, donde es facilísimo crear neologismos que encima suenan bien, y además se puede coger un trozo de palabra de aquí, otro de allá, ponerlos juntos y conseguir no sólo que suenen bien sino que medio mundo los utilice. El inglés es como el amigo que cae bien a todo el mundo porque no se complica la vida y sirve tanto para un roto como para un descosido.
Ay, que me desvío otra vez! Para los que habléis inglés, aquí una selección de títulos de artículos (que siento no traducir para los no angloparlantes, pero ya sabéis lo difícil que es traducir juegos de palabras!)
Érase una vez una repostera americana afincada en Londres llamada Bea Vo. Bea Vo era (y es) una exitosa empresaria dueña de las pastelerías "Bea's of Bloomsbury". Allá por el 2011, la srta. Vo empezó a vender en sus tiendas un dulce relleno de mermelada que era un cruce de donut y muffin y lo llamó "Duffin". El dulce en cuestión no era invento suyo: la famosa Nigella Lawson, por ejemplo, ya había publicado una receta parecida. Pero el de Bea llevaba mermelada de frambuesa, nuez moscada y buttermilk. Sus duffins se hicieron tan populares que hasta publicó la receta en su libro "Tea with Bea", receta que a su vez replicaron varios blogs.
Un día, un malvado lobo feroz llamado Starbucks anunció a bombo y platillo que empezaba a vender en sus cafeterías del Reino Unido... duffins. Es más: en la nota de prensa, especificaban que sus duffins llevaban mermelada de frambuesa, una pizca de nuez moscada y buttermilk. ¡Acabáramos!
Bea los acusó de copiotas, y Starbucks dijo que la idea se les había ocurrido a ellos y que no sabían que ella los vendía... Creo que Starbucks no sabe que Google te puede dejar con el culete al aire en dos búsquedas y media.
Como si en este punto la tensión no fuera ya insoportable, Starbucks fue más allá, registrando la marca "duffin" en la oficina de marcas y patentes del Reino Unido (un saludo a mis amigos de la OAMI). En teoría, esto significa que nuestra amiga Bea ya no podía llamar "duffins" a sus duffins, ya que la marca pertenece a Starbucks.
Bea se indignó, habló en las redes de #duffingate y dijo que no sólo le habían robado su receta, sino que encima le iban a prohibir usar el nombre que ella había inventado.
El malvado Starbucks, temiendo (creo yo) que empezara a salir la gente a la calle con batidoras y moldes de muffins en ristre, sacó un comunicado diciendo que "de ninguna manera impedirían que Bea venda duffins o llame duffins a sus duffins". Uf.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
¿Alguien más, como yo, se pregunta cuánto aumentaron las ventas de duffins en "Bea's of Bloomsbury" después de este escandalazo? ¿Algún londinense en la sala que pueda decirnos si Starbucks sigue vendiendo duffins? Estoy en un sinvivir.
Para terminar, una declaración oficial: he llamado dOffins, con O, a esta receta que publico hoy, y no lleva buttermilk ni mermelada de frambuesa. ¡Que conste!
En el mundo repostero también hay madres indignas que se comen la merienda de sus hijos en vez de ir al gimnasio, niños con las uñas negras que dejan caer una docena de huevos al suelo (sin querer), cocinas pequeñas con hornos que churrascan por un lado y dejan todo crudo por el otro, envidias y miradas al bies entre blogueras y hasta... hasta escándalos dignos del Watergate.
Resulta que estaba yo un día buscando por Internet no sé qué receta. Mi madre dice que ni viviendo 15 vidas podré probar todas las recetas que llevo años acumulando, y tiene razón, pero de alguna manera siempre acabo buscando "una más". Estoy enganchada. Es como ir de shopping, pero gratis y sin culpabilidad si no terminas haciendo nunca la receta. De vez en cuando, en los domingos lluviosos, me pongo a ordenar mis recetas, y aquello es como la obra del Escorial. Como soy una maniática, pues tengo varias carpetas para clasificarlas por tipo (una de tartas, una de postres, una de galletas, etc.) y otras carpetas para clasificarlas por estatus (las que quiero probar próximamente, las que he hecho y tengo que publicar en el blog, las que he probado pero quiero volver a hacer modificando algo, etc.). El sistema de carpetas fue establecido (por mí misma) hace años para facilitarme la vida pero siempre aparece alguna receta que no entra en ninguna categoría y me hace replantearme el sistema entero (cuando no mi vida entera). ¿He dicho que soy una maniática?
Bueno, que me desvío. Encontré esta receta aquí. Se llamaba "Cinnamon Sugar Mini Donut Muffin". Después de hacer/probar/fotografiar con éxito, me vino una gran duda: ¿cómo c*** lo traduzco? ¿Mini Donuts-Muffins de canela y azúcar? ¿Por qué suena todo mejor en inglés? Además, el inglés permite inventar palabras así, sin darle muchas vueltas. Ahí están los cronuts, los cake pops y demás brookies. Se me ocurrió buscar en Google si este híbrido entre donut y muffin tenía nombre, sospechando que sería "doffin" (porque "munut" suena un poco mal), y resultó que no era "doffin" sino "duffin" y... me encontré con la madre del cordero!!!
Varios artículos en varios periódicos (entre otros el muy serio Guardian) destapando lo que llamaban el "Duffingate". Como es habitual, me deleité con los titulares de la prensa británica, tan dada a los juegos de palabras que les pone en bandeja la versatilidad de su idioma. Hago un inciso: cuando la gente dice que el inglés se ha convertido en nuestra lingua franca porque es "fácil", siempre pienso si la verdadera razón no es que es la lengua más versátil que conozco, donde un verbo puede convertirse en un adjetivo y viceversa, donde es facilísimo crear neologismos que encima suenan bien, y además se puede coger un trozo de palabra de aquí, otro de allá, ponerlos juntos y conseguir no sólo que suenen bien sino que medio mundo los utilice. El inglés es como el amigo que cae bien a todo el mundo porque no se complica la vida y sirve tanto para un roto como para un descosido.
Ay, que me desvío otra vez! Para los que habléis inglés, aquí una selección de títulos de artículos (que siento no traducir para los no angloparlantes, pero ya sabéis lo difícil que es traducir juegos de palabras!)
- "How the duffin, a muffin-doughnut hybrid, is provoking cake rage"
- "Baking bad - how Starbucks provoked a duffin backlash"
- "Crumbs! Starbucks in a jam over the duffin"
- "Much Ado About Duffin"
- "Bun fight at Starbucks"
- "Starbucks' hybrid pastry fail: the Duffingate Scandal"
- "Starbucks trademark Duffin sours the dough"
Érase una vez una repostera americana afincada en Londres llamada Bea Vo. Bea Vo era (y es) una exitosa empresaria dueña de las pastelerías "Bea's of Bloomsbury". Allá por el 2011, la srta. Vo empezó a vender en sus tiendas un dulce relleno de mermelada que era un cruce de donut y muffin y lo llamó "Duffin". El dulce en cuestión no era invento suyo: la famosa Nigella Lawson, por ejemplo, ya había publicado una receta parecida. Pero el de Bea llevaba mermelada de frambuesa, nuez moscada y buttermilk. Sus duffins se hicieron tan populares que hasta publicó la receta en su libro "Tea with Bea", receta que a su vez replicaron varios blogs.
Un día, un malvado lobo feroz llamado Starbucks anunció a bombo y platillo que empezaba a vender en sus cafeterías del Reino Unido... duffins. Es más: en la nota de prensa, especificaban que sus duffins llevaban mermelada de frambuesa, una pizca de nuez moscada y buttermilk. ¡Acabáramos!
Bea los acusó de copiotas, y Starbucks dijo que la idea se les había ocurrido a ellos y que no sabían que ella los vendía... Creo que Starbucks no sabe que Google te puede dejar con el culete al aire en dos búsquedas y media.
Como si en este punto la tensión no fuera ya insoportable, Starbucks fue más allá, registrando la marca "duffin" en la oficina de marcas y patentes del Reino Unido (un saludo a mis amigos de la OAMI). En teoría, esto significa que nuestra amiga Bea ya no podía llamar "duffins" a sus duffins, ya que la marca pertenece a Starbucks.
Bea se indignó, habló en las redes de #duffingate y dijo que no sólo le habían robado su receta, sino que encima le iban a prohibir usar el nombre que ella había inventado.
El malvado Starbucks, temiendo (creo yo) que empezara a salir la gente a la calle con batidoras y moldes de muffins en ristre, sacó un comunicado diciendo que "de ninguna manera impedirían que Bea venda duffins o llame duffins a sus duffins". Uf.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
¿Alguien más, como yo, se pregunta cuánto aumentaron las ventas de duffins en "Bea's of Bloomsbury" después de este escandalazo? ¿Algún londinense en la sala que pueda decirnos si Starbucks sigue vendiendo duffins? Estoy en un sinvivir.
Para terminar, una declaración oficial: he llamado dOffins, con O, a esta receta que publico hoy, y no lleva buttermilk ni mermelada de frambuesa. ¡Que conste!
Consejos:
> No es necesario usar batidora eléctrica o robot: se puede hacer con unas varillas
> Necesité más mantequilla y azúcar para el rebozado de lo que indica la receta
> Se preparan en unos 10 minutos, se hornean en unos 15 minutos y se consument en unos 5 minutos.
> Aviso que son adictivos: es empezar y no poder parar...
Ingredientes (para unos 18-20 mini doffins):
- 125 g de harina
- 1 cucharadita de levadura en polvo
- 100 g de azúcar
- 50 g de mantequilla fundida
- 1/4 cucharadita de nuez moscada
- 1/2 cucharadita de extracto de vainilla
- 110 ml de leche
Para el rebozado:
- 75 g de mantequilla fundida
- 100 g de azúcar
- 1 cucharadita de canela
Elaboración:
Precalentar el horno a 180ºC. Enmantequillar con un pincel todas las cavidades de un molde de mini-cupcakes.
En un bol mediano, mezclar la harina y la levadura en polvo.
En un bol grande, batir con varillas la mantequilla fundida y el azúcar. Añadir la nuez moscada y vainilla, la leche y mezclar bien. Incorporar la mezcla de harina y levadura y batir hasta que la masa esté uniforme.
Verter la masa en las cavidades del molde hasta terminarla. No da para 24 pero como no crecen mucho, hay que llenarlas bastante.
Hornear unos 15 minutos, hasta que un palillo pinchado en el centro salga seco.
Dejar enfriar un par de minutos en el molde y sacarlos y colocarlos en una rejilla hasta que enfríen.
Mientras tanto, fundir la mantequilla en el microondas o en un cacito y dejarla en un bol pequeño. Mezclar en otro bol pequeño el azúcar y la canela. (ver foto)
A continuación, mojar los doffins en la mantequilla (por todas las caras) y luego pasarlos por el azúcar. Volverlos a poner en la rejilla hasta que se enfríen del todo.
Están escandalosamente buenos...
Nooooooooo!!!!! Llevo exactamente 24 horas a régimen bajo en carbohidratos y sin azúcar refinado y me vienes con esto???? No sé si odiarte o ponerte un monumento y tirar los bikinis. Jajaja!
ResponderEliminarMebha encantar la receta y la historia Jejeje. Un besote guapa!
ResponderEliminarJajaajja ¡Ay María! ¡Cuánto te agradezco las risas! Y las recetas... Y que nos pongas al día de escándalos reposteros de tanto postín... ¡Me parto! Jajaja
ResponderEliminarDaría algo por hincarles el diente a tus Doffins, ¡tienen una pinta es-pec-ta-cu-lar!
¡Un besiño grande desde el Norte from Spain (jajaja)! Y mil gracias una vez más por deleitarnos con tu fino humor irónico-sarcástico. ¡eres la repera! ;)
Yoly
Que buena la receta!!!! Te han quedado estupendos esos doffins!!!!
ResponderEliminarUn besito,
Sandra von Cake
Jajaja, me ha encantado lo de la clasificación de las recetas que quieres hacer en carpetas porque yo hago lo mismo!! Ya pensaba que era la única... pero veo que no! Y sí, yo también voy añadiendo recetas y más recetas, y reorganizando todas en carpetas y más carpetas, pero es que aunque algunas quizá no llegue ni a hacerlas... me encanta! Como tu receta de "doffins", ahora mismo va a la carpeta de "dulces". Y te aseguro que esta si que la tengo que hacer, porque vaya pinta tienen!! Bss
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