Tarta exótica Hummingbird

Recién regresada de mi escapada londinense, os traigo hoy la receta estrella de una de las pastelerías más conocidas de Londres: la Hummingbird Bakery y su tarta estrella, Hummingbird Cake. Es una receta que hice hace tiempo y que tenía pendiente de publicar, pero no lo había hecho hasta ahora porque como veréis, las fotos no son muy buenas... Al hacer la tarta para una cena, no pude sacar más que un par de fotos rápidas y con mala luz. De todas formas, como la tarta se ve bien y la receta es tan fácil y rica, he decidido publicarla así.

No publiqué nada la semana pasada porque estuve con gripe, haciendo lo posible para recuperarme y que la gripe no me fastidiara el viaje! Cuando me fui aún andaba bastante acatarrada, pero eso no me ha impedido disfrutar el viaje muchísimo! Me encanta Londres. Todos sabemos que las comparaciones son odiosas pero viniendo de Bruselas, Londres resulta más moderna, más limpia, más segura, más vibrante en general... Tengo amigos que han vivido allí y se quejan de los precios desorbitados del alojamiento o del transporte, y es cierto que es una ciudad muy cara, pero Bruselas es más cutre en todos los sentidos, así que cuando estoy en Londres me siento en el paraíso! Una de las cosas que más me gustan es que a pesar de la enorme cantidad de turistas, de todos los extranjeros que viven allí o están de paso, y de lo internacional que es en general, Londres tiene identidad propia. Es 100% inglesa, y eso se nota muchísimo. Estás en Inglaterra, y es evidente que no podrías estar en ningún otro sitio. Todo es tremendamente inglés, lo cual para mí es un cumplido, porque me encantan los ingleses: su idioma, su cultura, su sentido del humor, su forma de ser. Así que en cada visita a Londres disfruto mucho de estar tan metida en la cultura inglesa. Y no pierdo ocasión de disfrutar de un afternoon tea, of course! Para los que no hayáis visto mi álbum de fotos en Facebook , os dejo una foto de la bandejita de tres pisos que nos sirvieron en el Afternoon Tea, en un salón de té en Covent Garden. ¡Ideal!

Pero vamos con la receta de hoy: la tarta Hummingbird. Un "layer cake" súper jugoso que lleva plátano, piña y nueces. Fácil de hacer... y fácil de comer!

Consejos:

- Para mejorar el aroma y el sabor de las nueces, se pueden tostar previamente en el horno, unos 10 minutos a 150ºC.
- La receta original es con nueces pecanas, que aquí me resultan difíciles de encontrar, además de carísimas, así que usé nueces normales.
- Yo prefiero cortar las nueces con mi súper cuchillo para que no me queden demasiado trituradas porque me gusta notar el crujiente en la tarta. Pero se pueden triturar en un robot para ganar tiempo.
- Para la cobertura de la tarta, podéis usar queso Philadelphia o mascarpone. El mascarpone es más suave, el Philadelphia le da más "carácter"!
- Como siempre para los layer cakes, lo ideal es cortar las capas con lira o cuchillo de sierra.
- Se puede hacer la tarta con uno o dos días de antelación y conservarla en la nevera, pero es mejor comerla a temperatura ambiente para potenciar los sabores.

Ingredientes (para un molde de 15cm):

- 2 huevos
- 1 cucharadita de esencia de vainilla o 1/2 cucharadita de vainilla en polvo
- 90 ml de aceite de girasol
- 140 g de azúcar
- 200 g de harina
- 140 g de azúcar
- 1 cucharadita de bicarbonato
- 1 pizca de sal
- 1/2 cucharadita de canela
- 2 plátanos pequeños bien maduros
- 1 latita de piña en almíbar escurrida (unos 125 g)
- 50 g de nueces

Para la crema de queso:
- 400 g de queso crema tipo Philadelphia (o mascarpone)
- apróx. 100 g de azúcar glas

Para adornar:
- pralin de coco (la receta la tenéis aquí), nueces o trozos de piña.


Elaboración:

Precalentar el horno a 180ºC. Engrasar y enharinar el molde.

Triturar los plátanos con un tenedor y cortar la piña en trozos pequeños. Triturar las nueces o cortarlas finamente.

En un bol, batir los huevos y la vainilla con el aceite. Añadir las nueces, los plátanos y la piña troceada. Incorporar el azúcar.

Mezclar la harina con el bicarbonato, la sal y la canela e incorporar a la masa.

Verter en el molde.

Hornear 40-45 minutos hasta que al pinchar un palillo, éste salga seco.

Dejar enfriar y desmoldar.

Mientras tanto, preparar la crema de queso, batiendo el queso y añadiendo poco a poco el azúcar glas hasta tener el dulzor deseado y hasta que la crema esté bien homogénea. Guardar en la nevera hasta que se vaya a usar.

Cuando el bizcocho esté bien frío, cortarlo en dos o tres capas con ayuda de una lira o un cuchillo de sierra. Rellenar con crema de queso y cubrir el exterior. Adornar con lo que se haya elegido.

Conservar en la nevera pero consumir a temperatura ambiente.