Mini Pavlovas con frutos del bosque

La Pavlova es un postre a base de merengue creado en honor a la bailarina rusa Anna Pavlova durante su gira por Australia y Nueva Zelanda en los años 20. También es uno de mis postres preferidos. Es delicado, fresco y perfectamente equilibrado: la combinación del crujiente y la ligereza del merengue con la suavidad y dulzura de la chantillí y el cuerpo y acidez de la fruta es simplemente irresistible.

Además, es ideal para cuando se reciben visitas, porque se pueden hacer los merengues el día anterior, montar la nata unas horas antes y emplatar el postre en el momento. Los frutos del bosque funcionan especialmente bien, pero también se pueden usar, fresas, granadas o cualquier otra fruta que os parezca adecuada. Igualmente, además de nata montada tradicional, se puede hacer con mascarpone (como en mi receta de Forêt-Noire con frambuesas) o añadiendo cuatro o cinco frambuesas trituradas a la nata para darle color.



Apto para: artistas

Consejos:

> Que no os asuste el merengue. ¡No es difícil de hacer! Si tenéis una batidora eléctrica, estará listo en un pis pas. Luego no hay más misterio que respetar los tiempos (y temperaturas) de horno.

Ingredientes (para 4 mini pavlovas): 

- 2 claras de huevo
- una pizca de sal
- 125 g de azúcar (más un par de cucharadas para la chantillí)
- 200 g de nata para montar
- unos 200 g de frutos del bosque
- un poco de azúcar glas

Elaboración:

Precalentar el horno a 150ºC y cubrir una placa con papel vegetal.

Batir con varillas eléctricas las claras con la pizca de sal a punto de nieve hasta que formen picos. Añadir el azúcar poco a poco mientras se sigue batiendo. Continuar hasta que el merengue esté brillante y satinado.

Colocar 4 montoncitos de merengue encima de la placa. Les podéis dar forma con el reverso de una cuchara. Hacer un pequeño hueco en el centro del merengue.

Hornear durante 30 minutos. Cuando pase este tiempo, apagar el horno y dejar los merengues dentro con la puerta entreabierta (podéis sujetarla con una cuchara de madera) otros 30 minutos.

Batir la nata  con un par de cucharadas de azúcar o preparar una chantillí con mascarpone (receta aquí) y reservar en la nevera.

En el momento de servir, poner un par de cucharadas de nata montada en el hueco que hicimos en los merengues, añadir (con mimo) la fruta y espolvorear de azúcar glas.