La Forêt-Noire, que en alemán tiene el bonito nombre de Schwarzwälder Kirschtorte, es una tarta que me recuerda a mi infancia, porque es muy popular en Suiza. A pesar de resultar imponente, es bastante ligera. Se rellena con guindas, que no me gustan, así que la primera vez que la hice, cambié las guindas por frambuesas. Me gustó mucho la acidez que le dan. Mi otro aporte es que en vez de usar la chantillí tradicional, uso mi súper receta de chantillí con mascarpone, que tiene mucho más cuerpo y, a mi gusto, es más rica y menos empalagosa.
Dificultad: para valientes
Consejos:
> El bizcocho genovés, o génoise, es un bizcocho que no lleva ni grasas ni levadura. Al ser seco, es ideal para empapar con almíbar o licor y para rellenar con cremas o chantillí. Como es bastante frágil, es casi mejor hacerlo el día anterior y conservar envuelto en papel film: estará un poco más firme y será más fácil de manipular. Si lo hacéis el mismo día, aseguraos que está bien frío antes de sacarlo del molde y cortarlo.
> Para que la nata se monte bien en chantillí y no se corte, es fundamental que esté muy fría. Sacadla en el último momento. Mejor aún: meted las varillas y el bol en la nevera antes de batirla.
> Los copos de chocolate se pueden comprar o hacer caseros. La manera más ortodoxa de hacerlos requiere cierto material como tabla de mármol, espátula y una técnica para la que podéis encontrar estupendos tutoriales en Internet y Youtube. Hay un plan B, mucho más sencillo, que consiste simplemente en rallar el chocolate con la parte gorda del rallador. No quedan tan bonitos, pero es fácil y rápido.
> Esta tarta se conserva perfectamente un par de días en la nevera.
NB. "Consejos vendo y para mí no tengo": la primera vez que hice esta tarta fue para mi cumpleaños, hace unos años. Lo hice todo el mismo día y terminé de montarla dos horas antes de que llegaran mis invitados. Pero quedó muy bien, y la foto que he elegido (¡gracias R.!) es de ese día.
Ingredientes:
Para el bizcocho genovés:
- 8 huevos
- 400 g de azúcar
- 200 g de harina
- 2 cucharadas de cacao (cacao no es Colacao, cuidado!)
- 400 g de azúcar
- 200 g de harina
- 2 cucharadas de cacao (cacao no es Colacao, cuidado!)
Para la chantillí al mascarpone:
- 600 g de nata para montar
- 250 g de mascarpone
- 4 cucharadas soperas de azúcar
- vainilla en polvo (o azúcar vainillado)
- 250 g de mascarpone
- 4 cucharadas soperas de azúcar
- vainilla en polvo (o azúcar vainillado)
Para el relleno y decoración:
- 500 g de frambuesas (pueden ser congeladas)
- 1 vasito de kirsch, schnaps u otro licor
- 1 vasito de kirsch, schnaps u otro licor
- 100 g de copos de chocolate
Elaboración:
Precalentar el horno a 180ºC.
Batir con varillas eléctricas las yemas con el azúcar hasta que hayan por lo menos duplicado de volumen.
En otro bol, batir las claras a punto de nieve con una pizca de sal. Añadir un cuarto de las claras a la mezcla de yemas y azúcar junto con una cucharada de agua. Batir unos 10 minutos y sólo entonces añadir la harina tamizada y el cacao.
Abandonar la batidora por una espátula de silicona, con la que se incorporarán el resto de claras a punto de nieve con movimientos suaves y envolventes para no romperlas.
Untar de mantequilla el molde y enharinarlo. Verter la mezcla y alisar la superficie.
Hornear durante aproximadamente 40 minutos.
Batir la nata y el mascarpone con las varillas eléctricas. Cuando empiece a tener cuerpo, añadir el azúcar y la vainilla al gusto, y seguir batiendo hasta que tenga una consistencia bien firme.
Conservar en la nevera.
Cuando el bizcocho se haya enfriado completamente, lo cortamos en dos o en tres, dependiendo del grosor y de lo valientes que nos sintamos! Lo mejor es hacerlo con un gran cuchillo de sierra (si no tenéis lira).
Para el montaje, colocar la primera capa que será la base de la tarta. Mojar con el kirsch (usando un pincel). Colocar la chantillí y alisar. Añadir entonces varias frambuesas que se "hundirán" en la chantillí. Colocar cuidadosamente la segunda capa y repetir todo el proceso. Terminar con la tercera capa. Apretar ligeramente con las manos.
Para terminar, cubrir de chantillí toda la tarta, idealmente con espátula, sino con cuchillo. También servirá para tapar irregularidades o algún hueco que os haya podido quedar. Decorar con los copos de chocolate y con el resto de frambuesas y chantillí, según la inspiración!
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