14 de octubre de 2014

Sopa fría de albaricoque al tomillo



Y de repente, no sé cómo, estamos a mediados de octubre. Que alguien me diga dónde se han ido los días y las semanas... Mi nuevo trabajo ha invadido imperceptiblemente casi cada recodo de mi vida, y cuando llegan los fines de semana me convierto en una avara de mi tiempo. Por una parte está todo lo que tengo que hacer en casa: sí, mi casa, mi "bombonera", es una cucada, pero lleva tiempo mantenerla como está sin que se convierta en una pocilga aunque entre semana no pueda dedicarle ni un minuto. Por otra parte está mi vida social: mis amigos saben que entre semana no pueden contar conmigo porque salgo tarde (y agotada) del trabajo, así que los fines de semana tengo que verlos y ponerme al día con todos ellos. Y por último, quiero tiempo para MI. Para darme un baño de espuma, tirarme en el sofá a leer sin estar pendiente de la hora, o meterme en la cocina a hacer tartas y probatinas. Y así, sin darme cuenta es lunes, y pasa otra semana, y otro fin de semana, y de repente me doy cuenta que mi última entrada fue hace un mes y pienso ¿cómo es posible? ¿Dónde se han ido los días?

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